Inauguración en Pago de los Capellanes. 6 de junio de 2017
Presentación. Inauguración “Sobre el vino”.
Fran Herreros en Pago de los Capellanes.
¿Por qué no ponerme en la posición del espectador?, ¿y no del pintor?
¿Han pensado alguna vez, cuando están delante de un cuadro, lo que se esconde tras de él?
¿Cuánto tiempo pasan mirándole?
Cuando estén delante de un cuadro…
¡Deténganse y abran bien los ojos!
Siéntanlo y escúchenle, ¡les hablará!
Así, solo así podrán contemplar en plenitud lo que el pintor quiere mostrar.
Las sensaciones que percibimos cada uno de nosotros ante un cuadro son muy distintas.
¿Necesitamos comprender lo que ante nosotros se nos presenta?
¿Necesitamos ver?
En multitud de ocasiones tenemos una venda en los ojos que nos impide encontrar esas emociones que deben llevarnos al entendimiento de lo que vemos.
Igual que el pintor necesita luz, el espectador necesita aprender a mirar.
Hace dos semanas estuve en el estudio de mi maestro, de mi amigo, de aquel que me enseñó a pintar.
Fui como espectador.
Respetuoso, tembloroso ante mi Dios, expectante…pero sin vendas en los ojos.
Subimos.
Abrió la puerta y el mudo de “Oz” apareció.
En un solo segundo, por mis ojos entraron colores hasta entonces desconocidos, objetos imposibles, pinceles con los que Luke Skywalker le enseñó a pintar a él, lienzos de mil tamaños y esa dulce fragancia
de la gran pintura.
Atravesé la frontera entre lo real y la magia.
En mitad de aquella enorme habitación yacía un gran caballete con un pequeño lienzo en blanco… y al fondo
…nos sentamos.
Hablamos.
Me abrió sus entrañas, me enseñó magia, compró mi alma.
El atardecer dio paso a la noche.
Apenas luz.
La oscuridad atrapó el tiempo.
Y fue entonces cuando me dijo: ¡Pinta ahora!, ¡mira ahora!
Silencio.
¿Qué seria del pintor sin la luz?, ¿y del espectador?
El pintor y la luz.
El pintor y la vid.
Escenas de lo visible.
Ejercicio de realidades.
Pasión.
Y aquí y ahora, en Pago de Los Capellanes, deténganse delante de cada cuadro para ver más allá de la imagen representada, para entender la luz, la pasión, la honestidad, la angustia, la explosión cromática, el olor, el sabor.
Ahora, quítense la venda y vean cada cuadro con emoción, siéntanlo
y solo así comprenderán al pintor.
Muchas gracias por aprender a mirar.
En Pago de los Capellanes a 6 de julio de 2017
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